​Esta es la expresión de muchos, quienes despues de enfrentar injusticias en la vida no pueden creer en la existencia de un ser que sea Todopoderoso y que a su vez permita tanta desgracia y sufrimiento. ¿Porqué no extermina la maldad y se acaba el dolor? ¿Qué provecho tiene en mi vida muchas de las angustias que enfrento? ¿Por qué tanta injusticia en la tierra?

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Aunque se necesita tiempo para explicar a profundidad cada una de estas preguntas, vamos a hacerlo de una forma sencilla en esta hora. Si usted que lee, ha tenido alguna de estas interrogantes y es una persona adulta entenderá que, si compara su conocimiento con el de un niño de seguro que el suyo sobrepasará. Es por esta razón que un adulto, aunque no todos, pueden cuidar de un chiquillo y transmitirle conocimientos necesarios para la supervivencia en esta tierra. Tu conocimiento puede proteger la vida de un  niño, el cual en su ignorancia se acerca constantemente al peligro. Por ejemplo:

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"Un niño ve un enchufe o toma de corriente, y al ver los huecos que tiene, siente curiosidad por saber lo que hay allí. Comienza a tratar de introducir su dedo en ese enchufe y cuando usted lo ve, da un salto de terror y corre para impedir que el chiquillo se electrocute. El niño, que ignora las consecuencias de un choque eléctrico, solo ve en usted un impedimento para su diversión. Ustede trata de protegerle impidiendo lo que le puede causar la muerte, pero la ignorancia del niño puede ver en usted un ser malvado que es un obstáculo para su felicidad."

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Lo mismo sucede con nosotros en relación a como vemos a Dios. Algunos ven sus mandamientos como prohibiciones exageradas, producto de la mente de fanáticos religiosos. Otros rebelandose en contra de su consejo comienzan a edificar muros mentales para borrar de sus pensamientos todo rastro de la existencia de Dios. El dolor en el mundo y la desgracia no es evidencia de la no existencia de Dios, o de la injusticia de Dios. A veces el dolor se utiliza como un persuasivo para apartarnos de un mal mayor.

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Por otra parte mucha de las angustias que se viven hoy dia son consecuencia de nuestras propias acciones. No podemos ignorar las advertencias de un Padre y luego cuando vivimos lo que no queremos, comenzar a culparle por lo que enfrentamos. Dios advierte de múltiples formas, si tu lo ignoras debes prepararte para las consecuencias, pues son consecuencias provocadas por ti, no por EL. No esperes que el Gran Maestro te deje sin experimentar las consecuencias de tus decisiones, pues así no se enseña responsabilidad.

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Si educas a un niño y derramas sobre él todo tu enojo, ira y frustración, no te extrañes de que sea en el futuro un cruel, que luego te llegue hacer daño a ti y a quienes le rodean. Sembramos constantemente contiendas, pleitos, odio y rencor y esperamos un mundo mejor. Como dijo un joven:

"me preocupa que la gente este diciendo: como estan las cosas hoy, que terrible. Y no que esten diciendo: ¿Qué haremos?"​

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No esperes que sin hacer nada las cosas cambien, no esperes que si tratas de eliminar la bondad luego la paz llegue a tu casa. No esperes tener una vida sin Dios y ser feliz. Mucho del ateísmo viene del corazón y no tanto de la mente. A veces es coraje por no entender lo que vivimos y al no ver respuestas que nos satisfagan, o que Dios no responda de la manera que esperamos, decidimos hacernos enemigos de Cristo.

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Esta maldad visita muchos corazones. Este tipo de corazón llena la mente de basura y perversión. Dios ama al pecador y por esto no extermina en este momento la maldad, pues tendría que destruír a muchos seres humanos a los que hoy está brindando la oportunidad de cambiar.

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Puede ser que estas palabras no cambien tu manera de pensar, pero lo que me resta decirte es que estuve en el lado del ateísmo y en el momento que decidí considerar que lo que estaba viviendo era consecuencia de mi resistencia a la verdad, a Dios, a Cristo, una venda cayó de mis ojos, pude comprender tantas cosas que hoy testifico a los cuatro vientos:​

"y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. " Juan 8.32

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Hay salvación para tí ateo, Jesús te ama aunque tu pienses que no está ahí. Dale una oportunidad. Atrévete a considerar que te ha estado hablando desde hace mucho.

 

 

 

                                                                                                                  Sinceramente                           

       Pastor Héctor Toledo                 

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